Hace unas semanas vi una imagen de Alex Ross, un artista al que admiro mucho desde hace años, en donde comparaba uno de sus dibujos infantiles de superhéroes, con otro, de los que realizaba actualmente.
Y ayer, bueno, encontré uno mío de Spiderman, hecho en algún momento de 2003.
Casi inmediatamente tuve esta necesidad de dibujarlo otra vez, pero no sé si fue sólo por querer hacer una simple comparación.
Casi inmediatamente tuve esta necesidad de dibujarlo otra vez, pero no sé si fue sólo por querer hacer una simple comparación.
Este personaje me marcó de una forma tan diferente y particular respecto a otros...
Me generó una pasión por los mundos de cómics y superhéroes, me inspiró por todo lo que es y representa.
Me generó una pasión por los mundos de cómics y superhéroes, me inspiró por todo lo que es y representa.
Estuve acompañado por él prácticamente toda mi vida.
Por eso, me pareció que volver a hacer a ese Spidey del 2002, el de esa primera película que tanto me hizo feliz teniendo sólo 5 años, era la manera perfecta de homenajearlo un poquito.
Tengo que admitir, aún así, que no estoy tan conforme como quisiera. Y esto es simplemente porque sé que siempre puedo mejorar.
Aunque hayan pasado casi 14 años.
De alguna manera u otra, el dibujo, esos mundos fantásticos e interminables de cómics y de superhéroes, el poder artístico que tienen ambos, están en mi futuro.
Y aunque no sepa exactamente cómo vaya a ser...
Los próximos 14 años lo definirán, sea lo que sea.
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